Ruta Oda:una acción con propósito
- María Alejandra Botero
- 8 ago
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Actualizado: 8 ago
En Oda creemos que la gastronomía es una plataforma para transformar la comunidad local, construir país y visibilizar el trabajo de toda la cadena que hace posible una experiencia en mesa, tejiendo relaciones y fortaleciendo a proveedores, cocineros, barras y aliados. Por eso, la Ruta Oda nació como una plataforma para visibilizar historias, oficios, saberes y territorios, conectando a productores locales, la agricultura urbana, comunidades y aliados estratégicos para generar acciones con propósito.
Este primer semestre del 2025 vivimos la segunda edición de la Ruta oda. Articulamos a más de 30 aliados clave con productores locales, huertas urbanas y comunidades. Recibimos a chefs, periodistas y líderes gastronómicos de 11 países: Chile, México, Brasil, Venezuela, Ecuador, Argentina, Uruguay, Panamá, entre otros. Juntos, recorrimos diferentes territorios, conectamos a través de historias de nuestra comunidad, sembramos relaciones y visibilizamos proyectos que están transformando nuestra realidad.
La Ruta Oda es una inmersión integral: llevamos a nuestros invitados a territorios con comunidades con las que trabajamos de primera mano, abrimos las puertas de cocinas y huertas, y creamos espacios donde las conversaciones se transforman en proyectos concretos.
Gastronomía con propósito
La misión de la Ruta Oda es conectar y fortalecer la industria en Colombia a través de experiencias que generen impacto ambiental, social y económico. Lo hacemos reconociendo el valor de cada eslabón de nuestra cadena operativa: desde nuestros aliados en producción, pasando por nuestro equipo, hasta el comensal, y generando vínculos que no terminan cuando finaliza la ruta, sino que se traducen en relaciones de amistad, difusión y nuevas oportunidades.
En este primer semestre, nos enfocamos en:
Visibilizar a productores locales y el trabajo de las huertas urbanas de nuestra red.
Fomentar alianzas entre restaurantes, cocinas y bares.
Promover prácticas con impacto positivo en cada actividad que realizamos.
Crear una comunidad internacional que reconoce y celebra el valor dе lo local.
Recorridos culturales.
Uno de los ejes de la ruta fueron los recorridos culturales por Bogotá, diseñados para mostrar la historia, nuestro entorno, el contexto de la ciudad que es nuestro hogar y cómo estamos construyendo un camino como una capital gastronómica en Latinoamérica. Recorrimos mercados locales, visitamos aliados clave, exploramos huertas urbanas en diferentes barrios de la ciudad y nos sentamos en diferentes mesas con emprendedores que están transformando la comunidad local.
Tres dimensiones de impacto en la Ruta Oda
A través de la Ruta Oda generamos un triple impacto entre lo ambiental, social y económico en la comunidad local, fortaleciendo la industria de manera integral, además logramos tener un seguimiento basado en evidencia que nos permitirá fortalecer nuestra propuesta dentro y fuera del restaurante.
Ambiental: impacto positivo en cada paso
Cada paso de la Ruta Oda fue pensado con conciencia, todo se planifica para reducir el impacto ambiental y potenciar la regeneración de los ecosistemas. Desde el uso de ingredientes de cercanía hasta la correcta disposición de residuos, logramos que cada experiencia tuviera el menor impacto posible en el planeta y un gran impacto en nuestra forma de operar. En el primer semestre logramos:
Integrar agua en lata de aluminio junto a nuestro aliado Agua Siembra, material con una tasa de reciclaje global del 76%*, reduciendo la huella de carbono frente al plástico o el vidrio.
Implementar un modelo de retornabilidad de botellas de vidrio que alcanzó un 75% de retornabilidad.*
Sembrar 45 árboles nativos para crear barreras de protección del bosque alto andino.
Realizar 15 visitas al Jardín Botánico de Bogotá, promoviendo la educación ambiental y el reconocimiento de la flora local.
Que el 100% de los platos y coctelería presentada en nuestra propuesta gastronómica a aliados tenga como objetivo visibilizar el aprovechamiento de los productos trabajados, la integración de productos de cercanía y la visibilidad del trabajo con huertas urbanas
Con la Ruta Oda visitamos diferentes aliados en los diferentes ecosistemas de la región Andina en Colombia
Social: visibilizar, tejer relaciones y dignificar labores.
La ruta es también una herramienta para reconocer y fortalecer a los productores con quienes trabajamos de la mano. Para este primer semestre alcanzamos:
8 proveedores de nuestra barra y cocina vinculados en cada una de las 12 rutas realizadas.
42% los proyectos de nuestras alianzas liderados por mujeres, destacando su papel en la cadena alimentaria.
45 visitas a huertas urbanas aliadas, generando ingresos, visibilizando la producción agroecológica y articulando la agricultura urbana con aliados estratégicos.
Impacto directo en 119 familias a través de la compra de productos, servicios y alianzas que transforman la economía local.
Las diferentes actividades y visitas de la Ruta Oda están pensadas para conectar con los proveedores y proyectos que estamos trabajando.
3. Económico: Efecto tangible
Estas visitas no solo son una plataforma para la comunidad, sino una inyección directa en la economía local. Priorizamos compras a pequeños productores, integramos nuevos proveedores a nuestra red y promovimos modelos de comercio justo.
Cada visita genera ingresos, difusión, nuevos proyectos y nuevos canales de venta para quienes participan. La Ruta Oda demostró que el turismo gastronómico con propósito puede dinamizar los territorios de manera sostenible y responsable, y es por esto que cada decisión que tomamos tuvo un efecto económico tangible:
29 alianzas generadas entre cocinas, barras, productores y espacios culturales.
Más de 85 empleos temporales y permanentes vinculados a la ruta.
92% de las compras realizadas a marcas colombianas y productores locales.
63% de los ingredientes del menú de Oda provienen de micro y pequeños productores.
La Ruta Oda no terminó con la última parada. Lo que construimos en esta segunda versión es una red más sólida y más consciente, donde cada aliado, cada productor y cada persona que decide acompañarnos se convierte en un embajador de lo que significa el trabajo con propósito y con impacto positivo.
Este cierre del primer semestre es solo el punto de partida. Para la segunda mitad del año, planeamos fortalecer el alcance de la ruta, sumar nuevos territorios e integrar más productores. Queremos que esta experiencia sea un motor que impulse cambios reales en nuestros aliados, y en la forma en que consumimos, producimos y entendemos la gastronomía en Colombia.
Gracias a cada uno de los que hicieron parte de esta ruta, a nuestros aliados, proveedores e invitados por tejer relaciones y una industria más consciente.
**Según el International Aluminium Institute
**75% de retornabilidad durante el primer semestre de las 1656 botellas de vidrio adquiridas.
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